10 Hábitos de los líderes felices
En cada una de nuestras empresas cliente, tenemos la suerte de encontrarnos con todo tipo de managers, gente que es feliz en sus puestos de trabajo y en sus vidas y gente que es completamente infeliz. Pero, ¿qué es lo que les diferencia? Evidentemente hay numerosas diferencias en sus formas de hacer, de sentir, de pensar pero sobretodo hay diferencias en algunos hábitos que han ido desarrollando a lo largo de la vida.
Hoy compartimos contigo algunas de sus prácticas habituales por si te resultan útiles y puedes replicarlas:
- Tienen claros sus valores: un líder feliz tiene tendencia a analizar sus principales valores y chequear continuamente si se corresponden con las direcciones que va tomando a nivel laboral. Si por ejemplo valora pasar tiempo con su familia o practicar un determinado deporte, suele ser muy hábil para organizar su tiempo y hacer encajar sus valores en la planificación de su tiempo.
- Siempre tienen algún ahorro: un líder feliz no suele gastar todo lo que gana sino que tiene cierta tendencia a ahorrar algo de dinero. Esto hace que cuando tiene algunos sueños que son más fácilmente conseguibles con dinero, no necesita pedirlo prestado sino que siente que ese sueño está a su alcance.
- Son conscientes de que dejar para luego, puede significar dejar para siempre: un líder feliz tiende a vivir el hoy y no pensar tanto en postergar las cosas y dejarlas para mañana. Sabe, por experiencias vitales, que la vida se puede truncar en cualquier momento por lo que no deja para otra situación las cosas que realmente valora.
- Han vivido situaciones complicadas en la vida: un líder feliz no suele sentirse de este modo porque haya tenido una vida fácil y libre de problemas. En general muchos de ellos han vivido situaciones complicadas (enfermedades, pérdidas, situaciones desafiantes, etc.) y han sido capaces de darle la vuelta a cada experiencia para sacarle la mayor cantidad de aprendizajes posibles.
- Agradecen y reconocen: un líder feliz es capaz de reconocer el trabajo bien hecho a su gente y a cualquier persona con la que se encuentra en su vida. Intenta atender los pequeños detalles y agradecer a las personas cualquier acción positiva que hagan por la empresa o por el equipo mismo.
- Buscan retos, sueños, objetivos: un líder feliz suele estar conectado a grandes ilusiones, sueños, retos que le quedan por conseguir durante su vida. Da lo mismo que sean retos profesionales o sueños personales, siempre hay algo por lo que continuar ilusionándose y levantarse cada día.
- Son productivos y sienten la adrenalina de serlo: un líder feliz suele tener la agenda del día llena de tareas, encuentros, reuniones, acciones pero no las vive desde el estrés y la tensión sino desde la adrenalina que le da llegar a todo, con eficacia, con el mínimo tiempo posible y con la máxima productividad. Hay veces que da la sensación de que juegan a competir contra el tiempo.
- Saben adaptarse a la individualidad: un líder feliz es capaz de notar las diferencias existentes entre distintos colaboradores, entre distintos compañeros o distintos jefes y es capaz de adaptarse a todos ellos para desarrollarles al máximo. Este tipo de líder no intenta imponer sus formas sino que investiga con mucho detalle a cada persona que se cruza con él o ella y a partir de ahí traza las mejores prácticas para interactuar con ellos.
- El papel en blanco les da miedo pero a la vez les supone un reto: un líder feliz también siente respeto ante un papel en blanco cuando tiene que trazar un proyecto, una iniciativa o cualquier asunto laboral pero a la vez le atrae “romper el blanco” y empezar a crear cualquier tipo de proyecto desde 0.
- Disfrutan de sus aficiones, amigos, familia: un líder feliz es capaz de buscar el equilibrio óptimo para disfrutar de todas las personas y situaciones que le rodean a nivel laboral y a nivel personal. Este líder suele encontrar tiempo para compartir con su familia, para disfrutar de una cerveza con amigos o para practicar su deporte favorito.
RETO DE LA SEMANA:
Esta semana vas a elegir uno de estos hábitos y puedes diseñar un plan de trabajo para hacerlo realidad. En el caso de que te funcione y aumente tu sensación de felicidad, siempre puedes elegir otro de los hábitos e ir añadiéndolos a tu día a día.
¡Nos vemos la próxima semana!