7 pecados capitales en la comunicación de un líder

7 pecados capitales en la comunicación de un líder

¿Eres líder? ¿O al menos intentas serlo? Si es así, en el post de hoy compartiré contigo algunos de los errores más habituales que hacen que la comunicación de un líder con su equipo pueda fallar de forma estrepitosa. Evidentemente si “pecas” de uno solo de ellos puede que la comunicación no se vea muy dañada pero si vas mezclando en tu pócima varios de ellos…¡el resultado puede ser desastroso!

Te cuento uno a uno…

PECADO CAPITAL 1: DEMASIADA INFORMACIÓN

Este es uno de los errores más habituales que encontramos en nuestra comunicación. En muchas ocasiones tenemos la sensación de que cuanto más expliquemos una instrucción, una orden o un proceso mejor se seguirá pero a veces menos es más. Al darle tantas vueltas a una información, es posible que acabemos confundiendo a nuestro interlocutor o que incluso al no poder mantener la atención tanto tiempo acabe desconectando.

Para reducir los riesgos de este “pecado” puedes intentar resumir al final de tu conversación en un par de frases aquello que esperas de tu colaborador.

PECADO CAPITAL 2: INFORMACIÓN DEMASIADO ESCASA

En otras ocasiones el problema radica en que nuestro colaborador no tiene toda la información que necesita. Es habitual que demos por supuesto que la persona ya “debería” saber algunos detalles y los llegamos a obviar. En otras ocasiones podemos creer que si tiene demasiada información podría ser contraproducente. Esto puede producir errores en la ejecución ya que la persona podría completar por sí misma la información que no ha recibido de nosotros.

Para reducir los riesgos de este “pecado” puedes intentar pedirle al final de vuestra comunicación que te resuma brevemente lo que ha entendido para verificar que te has explicado correctamente.

PECADO CAPITAL 3: NO HABLAR EL LENGUAJE DE LA OTRA PERSONA

Hay situaciones en las que nuestro nivel de conocimientos es distinto al de nuestro colaborador. A veces nuestra experiencia nos ha dado un bagaje que nos hace muy hábiles en el uso del lenguaje técnico pero esto puede fácilmente desconectarnos de la persona que tenemos ante nosotros. Es posible que en algún punto de la conversación se pierda pero que no se atreva a decirnos directamente que se ha perdido.

Para reducir los riesgos de este “pecado” puedes ir introduciendo preguntas en las que recojas su opinión sobre el tema del que estáis hablando de forma que chequees qué es lo que realmente ha entendido y qué es lo que no.

PECADO CAPITAL 4: NO ADAPTARSE AL INDIVIDUO

Una de las conductas más habituales en los seres humanos, es interactuar con el mundo como nos gusta que interactúen con nosotros, es decir, si a ti te gusta que a la hora de comunicarse alguien te lo muestre con ejemplos, con mucha probabilidad lo harás tú con tus colaboradores. Aquí es muy útil conocer cuáles son nuestras preferencias comunicativas para distinguir si también son las de la persona que tienes ante ti.

Para reducir los riesgos de este “pecado” es útil que empieces a distinguir preferencias de las personas que te rodean: ¿Prefiere los ejemplos? ¿Las explicaciones teóricas? ¿Qué se lo muestres en un esquema? ¿Por teléfono, cara a cara o por mail?

PECADO CAPITAL 5: DEMASIADO TIEMPO ALEJADO DE LA REALIDAD

A veces creemos que estamos cerca de nuestros colaboradores, que conocemos su día a día, sus problemáticas y todas las dificultades con las que se van encontrando en su jornada laboral pero ellos no siempre se sienten acompañados en este proceso. Los días pasan a gran velocidad y cuando nos damos cuenta podemos estar en nuestro despacho, en mil y una reuniones o trazando un plan estratégico sin darnos cuenta que necesitan de nuestra cercanía.

Para reducir los riesgos de este “pecado” ponte en agenda los acercamientos a cada uno de ellos en su puesto de trabajo y mánchate de vez en cuando las manos a su lado.

PECADO CAPITAL 6: ÓRDENES CONTRADICTORIAS

Nuestros colaboradores no solo reciben órdenes o instrucciones de nosotros sino que a veces las pueden recibir de otros responsables de la empresa, de clientes, de proveedores o incluso de compañeros que llevan más tiempo en su puesto de trabajo. Es importante darnos cuenta de si esto ocurre porque pueden producirse errores en lo que sería la priorización de unas tareas u otras.

Para reducir los riesgos de este “pecado” sería útil que analices cuando ocurren algunos errores, si estos han sido producidos por haber recibido indicaciones de distintas personas o áreas.

PECADO CAPITAL 7: COTILLEOS

Igual piensas que no te gustan, que eres de los que no defiende los “cotilleos” en su empresa pero a veces sin darte cuenta escuchas atentamente cómo un compañero te acerca información de “primera mano” de otro compañero. En esos momentos podemos potenciar la conducta de ir trayéndonos esa información que de otro modo no llegaría a nosotros pero con el riesgo de que esto se convierta en un tipo de comunicación habitual.

Para reducir los riesgos de este “pecado” puedes ser tú mismo el que desarrolle puntualmente entrevistas con sus colaboradores para saber de “la primera mano de cada uno de ellos” cómo está, cómo se siente, qué aspectos no le gustan de ti, qué debería mejorar la empresa y cualquier otra información útil que te pueda aportar.

RETO DE LA SEMANA:

Esta semana te propongo un reto extraño y es que juegues con estos pecados capitales y que veas los efectos que se producen. Elige un pecado por día y llévalo al extremo para ver qué consecuencias puede llegar a tener. Después de utilizarlo, explícale a la persona con la que te comunicabas que se trataba de un experimento y vuelve a darle la información de forma correcta.

¡Nos vemos la próxima semana!