Mi abuelo decía que es de bien nacidos ser agradecidos. Y esa sin duda es una de las cualidades que tiene que desarrollar un líder no solo con su equipo sino también con sus jefes, con sus compañeros, con sus proveedores y también con sus clientes. Y justo esto haré hoy, dar las gracias a esa empresa que tantas experiencias me ha dado…
Querida Ford,
Hace tiempo que somos en cierto modo «amigas» pero nunca me había parado unos minutos a darte las gracias. Recuerdo todavía el primer día que nos conocimos: era sábado y yo participaba en el equipo que dirigía el Teambuilding. En concreto era un Teambuilding para todas aquellas personas que pasaban al turno de noche, en aquel centro de formación que
tanto echamos de menos algunos. Recuerdo perfectamente ese día porque allí descubrí a qué me quería dedicar el resto de mi vida. Recuerdo como en tan solo una mañana se unieron gran parte de mis pasiones profesionales: la formación, la psicología, la estrategia empresarial
y el liderazgo.
Y bueno, allí empezó un largo viaje que continúa todavía hoy y espero que así sea por mucho más tiempo. Tú fuiste la que me hiciste volver a ser una niña curiosa cada vez que pisaba y piso la planta. Me fascina ese engranaje de miles de seres humanos, máquinas y robots que se
coordinan para sacar coches bien hechos a la primera (como tú dirías… FTT). Esa precisión, ese nivel de detalle, esa búsqueda de la perfección me continúa fascinando.
Gracias por introducirme en ese mundo que tanto encaja en mi forma de ver la vida: el Lean Manufacturing. Gracias a eso empecé a entender por qué mi madre no nos dejaba abrir el champú nuevo sin acabar el anterior o por qué hacía tanto hincapié en que las cosas estuvieran siempre “en su lugar”. Gracias a ti empecé a entender muchos conceptos, aumenté mis conocimientos técnicos, empecé a entender de seguridad, de calidad, de innovación y sobretodo me enamoré de ese concepto tan especial: el Kaizen.
Pero posiblemente esa no sea la parte más importante, sino lo que realmente tengo que agradecerte es la parte más humana. Gracias Ford porque tus aulas, fueron mis primeras aulas. Recuerdo a todos y cada uno de los monitores de montaje y pinturas que pasaron por allí. ¡Te
aseguro que muchos me hicieron ganarme el sueldo! Eran igual de exigentes conmigo que cuidadosos con lo que me hicieron aprender muchísimo en semanas. Tú sabes que en alguna pausa tuve que huir a llorar al baño porque pensaba que aquello me superaba, pero también sabes que 5 minutos después me secaba las lágrimas y volvía con toda mi valentía a tomar las riendas de la clase. Ellos me hicieron enfrentarme con mis miedos profesionales, me retaron, me pusieron a prueba y después de meses llegaron a respetarme y sobretodo a quererme.
Gracias Ford por haberme dejado conocer a todos y cada uno de los niveles de la organización… Operarios, monitores y jefes de equipo, encargados, superintendente, directivos (sé que ahora han cambiado sus nombres pero así es como les conocí…;) Con todos ellos aprendí que da igual el lugar que ocupes en la organización porque como seres humanos nuestros problemas son los mismos. Con ellos aprendí que por muy multinacional que sea, está llena de personas con sentimientos, con sueños, con preocupaciones, con vidas propias… Allí aprendí que los máximos directivos eran personas normales con necesidad de escuchar también de vez en cuando que hacen algo bien.
Gracias Ford porque me has regalado amigos, sí de esos que algunos dicen contar con los dedos de las manos. Hay personas que forman parte de mi vida, personas a las que quiero y fuiste tú quien nos unió.
Gracias también Ford por hacerme hecho crecer como persona y como profesional. Me has hecho aprender cada día todo lo que me quedaba y me queda por mejorar. A veces es duro que me recuerdes que hay cientos de consultores llamando a la puerta todos los días, pero también es cierto que eso me ha hecho no quedarme parada, aprender, dar lo mejor de mí misma y de todo mi equipo para estar siempre al nivel.
Seguro que hay personas que no están contentas contigo, que no se han sentido tan queridas. Seguro que en algunas situaciones te habrás equivocado y habrás metido la pata con alguna persona, pero al menos conmigo siempre has sido delicada, amable, una verdadera amiga.
Y bueno Ford, o como muchos valencianos te llamamos «La fort», decirte que muchísimas gracias por todo lo que me has aportado durante el tiempo que nos conocemos…¡y el que nos queda!. No sé cómo pero con los años has conseguido que mi corazón se vuelva azul y ovalado.
Atentamente,
Reme Egea
*Post dedicado a cada uno de los operarios, monitores, jefes de equipo, de turno, superintendentes y directivos con los que me voy cruzando cada día allí dentro. ¡Muchísimas gracias, de corazón».
RETO DE LA SEMANA:
¿Y si escribes una carta similar a tu empresa y se la envías?
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies
ACEPTAR