“Teletrabajo”: desde hace unos días puede que sea una de las palabras más utilizadas en los medios de comunicación, en las redes sociales y en cualquier conversación que he tenido con otros profesionales. ¿Pero realmente es la panacea como algunos lo plantean?
Posiblemente he tenido la suerte de formar parte de una empresa que se adelanta a algunas modas. Hasta hace 5 años no existía físicamente nuestra oficina por lo que el teletrabajo era una pauta común y habitual. A veces me cuesta pensar cómo éramos capaces de funcionar sin un eso espacio físico pero te puedo asegurar que lo hacíamos y con mucha maestría: trabajábamos desde casa, nos reuníamos en cafeterías y a ritmo de café y tostada trazábamos proyectos increíbles. Tanto me acostumbré a ese tipo de vida que los primeros meses de tener la oficina, el silencio me desconcentraba y necesitaba bajar a una cafetería a trabajar.
Y bueno, hora en tan solo un poco más de 3 semanas se ha puesto totalmente de moda: todo el mundo hace videoconferencias, reuniones por Teams o por zoom, webinars y mil cosas más, pero no te confundas, si no atiendes a varios aspectos podrías estar dinamitando la idea del teletrabajo.
¿QUÉ ASPECTOS LO PUEDEN DINAMITAR?
1. Tres niños de menos de tres años que aparecen en reuniones y te piden que juegues con ellos a pillar:
Lo siento, pero eso no es teletrabajo. Eso es solo una habilidad tan potente que dentro de poco será admitida en los CV como dice mi amigo Giovanni Salzanno: “en tu CV podrás poner “confinamiento con niños pequeños en casa”. Os aseguro que he teletrabajado un gran porcentaje de mi tiempo en casa y convivir al ritmo de estos pequeños, no es teletrabajar. Si esta fuera mi primera experiencia, diría que no sirve para nada, pero no, este tipo de reto no te permite experimentar las potencialidades del teletrabajo real.
2. Trabajar de lunes a domingo:
El confinamiento nos ha llevado a no distinguir entre un día y otro. Igual da que sea lunes o domingo, que sean fallas o que sea viernes Santo, parece que todos los días son iguales. Esto también hace que no se pueda valorar los efectos positivos del teletrabajo porque no hay suficiente espacio de tiempo para desconectar. Me da incluso la sensación que el no saber qué hacer con tantas horas en casa, se ha convertido en la excusa perfecta para trabajar toda la semana…¡al menos así estás ocupado!
3. No hacer los descansos correspondientes y trabajar 14 horas al día:
En las últimas dos semanas hemos hablado con muchos profesionales que sienten que están trabajando más horas que nunca. Yo te puedo asegurar que la atención no es sostenible durante tantas horas y si nuestra mente tuviera un contador, podríamos pillarla unas cuántas horas divagando, mirando vídeos que te llegan 53 veces por distintos grupos de whatsapp, etc. Para que el teletrabajo sea realmente productivo, se necesita parar, respirar, cambiar de tarea y coger energía suficiente para continuar concentrado.
4. Intentar dirigir a un equipo que no está entrenado para el teletrabajo:
Si nunca hemos teletrabajado no podemos pensar que en 3 semanas se puede sustituir el café compartido en la cafetería, la reunión cara a cara o el diseño de un proyecto despacho con despacho, con esa distancia que de algún modo se vuelve desconocida. Hablando con distintos directivos se han encontrado con equipos en los que por sorpresa hay gente que se vuelve muy, muy productiva y otra gente que era productiva, empieza a sacar mucho menos trabajo del que sacaba. Normal, el teletrabajo también es una habilidad para la que hay que entrenarse.
5. Dejar el whatsapp y otras aplicaciones abiertas:
No estamos preparados para dejar que suenen mil y una aplicaciones a nuestro lado sin tener la capacidad de pasar de ellas y mirarlas al acabar una tarea. Tenemos la costumbre de mirar al segundo nuestro móvil (me atrevería a decir, que la adicción) por lo que esto interrumpe una vez tras otra nuestro teletrabajo. Para hacerlo realmente efectivo, deberíamos de apagar los dispositivos móviles durante un rato o al menos dejar sin voz los avisos de las distintas aplicaciones.
6. Vivir con camisa en la parte de arriba pero con pijama en la parte de abajo:
Error…parece cómodo pero se convierte en un verdadero error ya que un día tras otro va afectando a nuestra autoestima, a nuestra forma de vernos a nosotros mismos y esto sin duda afecta a la calidad de nuestro trabajo. Teletrabajo no debe ser sinónimo de chandal, pijama o mallas. Necesitamos de vez en cuando de las corbatas, de los tacones, de ponernos un poco de Rimmel o cualquier otra “banalidad” que nos ancle al mundo profesional en el que nos movamos.
7. No hacer deporte y acciones que te permitan desenganchar:
En estos días una bici estática se ha vuelto mi aliada para que los trozos de chocolate extra no se conviertan en un problema para salir por la puerta cuando se pueda…¡jajaja! Sin duda es importantísimo cuando se teletrabaja buscar formas de movernos, de hacer ejercicio, de aumentar nuestros pasos al día y de cargar nuestras pilas con ese tipo de energía física que tanto necesitamos.
8. Compartir tu espacio con pañales, cuentos, muñecos y pelotas:
No, ya sé que no es el escenario perfecto para adelantar un proyecto empresarial, lo sé. Esto ocurre cuando volviendo al punto 1 te toca compartir tu espacio con algún que otro pequeño. El espacio es importantísimo para poder pensar con claridad, para ser creativo, para avanzar el trabajo que tienes entre manos por lo que necesitas espacios sin objetos que caigan por el suelo cada vez que te mueves, espacios minimalistas en los que siempre quedará hueco para una idea brillante más.
RETO DE LA SEMANA:
El reto de la semana se trata de que revises antes de analizar las ventajas e inconvenientes del teletrabajo si tu situación cumplía o no con estos requisitos que aquí te planteo. Solo en el caso de cumplirlos, será cuando puedas analizar con conocimiento de causa las potencialidades del teletrabajo.
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2 Comments
Un reflejo absoluto de la realidad. Escribo este comentario un festivo a las 21:22 de la noche desde el despacho de casa, hay que revisar esto seriamente…
Así es María José, para llegar en este momento nos toca recuperar tiempo en noches, festivos, en horas extrañas,… El teletrabajo es posible sin duda, pero hay que diseñar las circunstancias correctas para que pueda ser posible.