Lo más habitual es que nos centremos casi siempre en cómo el líder puede acercarse a su equipo, qué puede hacer para que la gente esté más a gusto, cómo crear situaciones para que sus colaboradores se sientan reconocidos, pero esa moneda tiene dos caras: las personas que integran el equipo también podrían hacer algo para acercarse a sus líderes, ¿no? Hace un par de semanas veíamos aquello que podía hacer el líder para provocar esos acercamientos pero hoy veremos otra forma de recortar esas distancias.
¿POR QUÉ NOS CUESTA ACERCARNOS AL LÍDER DEL EQUIPO?
Podemos encontrar motivos muy distintos que dificulten los acercamientos hacia la persona que dirige nuestro equipo o nuestra empresa, pero aquí te mostraremos algunos de los más habituales:
1. Sensación de incomodidad: cuando se acerca el líder, muchas veces la gente se siente incómoda, observada, con lo que interrumpen las conversaciones que tenían o empiezan a decir algo que esté a la “altura”. Y justo este podría ser uno de los principales problemas: la posición en la que nos colocamos. Si tenemos tendencia a situar incluso físicamente a la otra persona por “encima” de nosotros es como si fuera un ser superior, y en ese caso nos convertimos en seres inferiores.
2. Otro aspecto que produce distancia es que cuánto mayor sea la posición que ocupe el líder, más se suele separar el equipo. Por ejemplo, un jefe de equipo que lleva a su cargo 10 operarios y que además antes ha sido compañero de los mismos, es posible que no note mucha distancia a este nivel, pero si en cambio el líder ocupa una posición de director general y lleva a su cargo 2000 personas, es posible que note mucho más esta distancia.
3. En algunas situaciones da la sensación de que la gente “teme” al jefe. Es posible que en algunos miembros del equipo sientan que el tener a su líder cerca, aumenta la probabilidad de que se vean sus fallos, sus equivocaciones, sus errores por lo que mejor tener al líder más bien lejos.
4. Otra de las circunstancias podría ser el hecho de creer que si se acercan al mismo el resto les pondrá la etiqueta de “el pelota”. Es curioso como esa tendencia hace que directamente mucha gente se mantenga al margen perdiendo la oportunidad de desarrollar una relación más próxima con su superior.
ACCIONES PARA APROXIMARSE AL LÍDER
Posiblemente la causa no sea lo más importante ya que puede ser una de ellas, dos o incluso una mezcla de todas ellas. Lo realmente importante es que tengamos opciones de ir desarrollando esa cercanía con nuestro jefe puesto que al fin y al cabo es algo que nos hará sentirnos más o menos cómodos en el trabajo. A continuación, te planteo algunas acciones que podrían ser útiles:
1. Reconocer lo que el líder hace bien sin temor a que te llamen pelota: lo más habitual es que el líder pase meses y meses sin recibir un solo reconocimiento. Al igual que nos quejamos de nuestros jefes, sería justo que nos acercáramos a ellos y les agradezcamos cualquier gesto que hayan tenido que sea acertado. Puedes hacerlo cara a cara, o vía mail, como más natural o fácil te resulte.
2. Invitarle a participar en momentos en los que el equipo se reúne: hay situaciones en los que el equipo se reúne por ejemplo para celebraciones personales como una boda o un cumpleaños. Sería un buen momento para introducirle en estas situaciones ya que la distensión del momento permite crear lazos más humanos.
3. Pedirle su opinión personal o profesional en distintos momentos: esta es una forma de valorarle sin decirlo directamente con palabras. En general, el simple hecho de que te pidan consejo mejora tu sensación de autovalía por lo que puede reforzar la interacción.
4. Invitarle a comer con el equipo, a almorzar, etc.: el simple hecho de abrirle las puertas en estos eventos informales potencia las relaciones entre unos miembros y otros del equipo. A veces el líder no participa de las mismas porque piensa que podría “molestar” por lo que sería útil facilitar esta vía de acercamiento.
5. Intentar compartir alguna afición con él o ella:padel, running, montañismo, etc. son muchas las aficiones que han ido uniendo a personas de distintas posiciones en muchas empresas por lo que puede ser otra herramienta para ello. Cuando el equipo practica distintos deportes o aficiones más allá del trabajo, se pierden las posiciones que marcaba el propio organigrama y se potencian las relaciones de tú a tú.
6.Hacerles críticas directamente: con esto no me refiero a irse a la máquina de café o esperar a que salga de la reunión para ponerle verde, no, ni mucho menos. Me refiero a hacerles críticas constructivas en el cara a cara. Muchos jefes están tan poco acostumbrados a que alguien les diga lo que pueden mejorar que seguro que te lo agradecen mucho más de lo que piensas.
RETO DE LA SEMANA:
Esta semana te propongo que hagas algún acercamiento hacia una persona que en el organigrama esté en una posición superior a la tuya y analices cualquier nuevo descubrimiento que hagas sobre esa persona. Si no tienes a nadie por encima de ti, podrías igualmente practicarlo con un cliente que veas “superior”, con un “socio” o con cualquier persona a la que de algún modo temas acercarte.
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