Cómo tratar a cualquier persona de tu equipo

Cómo tratar a cualquier persona de tu equipo

Si me sigues desde hace tiempo, sabrás perfectamente que no soy persona de “grandes consejos” y “recetas generales” sino más bien soy ese tipo de profesional que prefiere investigar al detalle lo que tenemos delante para dar ese trato individualizado que nos hace sentir a cada persona como única. Pero no negaré que hay ciertas pautas que pueden ser un punto de referencia para interactuar con cada persona de nuestro equipo.

¿Y cómo resumírtelo? Pues si te parece dale un vistazo primero a una de las mejores escenas del cine protagonizada por Robin Williams que lo deja claro en tan solo un minuto…

Pach Adams corredor BN – Bing video

Si te das cuenta en esta escena aparecen elementos simples pero de gran impacto en los seres humanos:

  • Robin Williams la llama por su nombre.
  • La mira directamente a los ojos, conectando con ella.
  • Le regala una de sus mejores sonrisas.
  • Le muestra en su tono de voz toda la sensibilidad del mundo. 
  • No la hace sentir como una persona más, sino como alguien especial, única.
  • Y con todos esos elementos, le muestra toda su humanidad. 

Todos estos ejemplos son detalles simples, detalles de muy poco precio, pero sí de un gran valor, detalles que muestran la diferencia entre grandes profesionales o mediocres. La ausencia de estos detalles se aprecia fácilmente en un contexto médico donde la sensibilidad del paciente está a flor de piel, pero cometemos el error de pensar que en otros contextos no son importantes estos detalles… ¡y nos equivocamos! En un contexto industrial es si cabe igual o más importante, y en un comercio, en un restaurante, en un taller o en cualquier espacio en el que se crucen dos seres humanos.

¿CÓMO PODEMOS TRASLADAR ESTE APRENDIZAJE A NUESTRO ROL DE LÍDER?

Seguro que podemos encontrar una y mil pautas, pero aquí compartiré contigo alguna de esas pautas que se pueden aplicar desde hoy mismo con cualquier persona de tu equipo:

1. EL SALUDO: muchos trabajadores agradecen que cuando aparece su responsable en la oficina, en la planta o en cualquier puesto de trabajo tenga un “buenos días” en la punta de la boca. Si, además, es acompañado de un (“buenos días Luis”, “buenos días María”, etc.) seguro que será muy bienvenido. 

2. LA MIRADA: Levantar la vista de aquello que estás haciendo y mirar atenta y directamente a la persona puede ser otro acto de humanización. Igual suena el teléfono, es cierto, pero… ¿qué pasa si lo dejas sonar unos segundos sin cogerlo y devuelves después la llamada? No creo que el mundo se acabe por tomarte esa libertad.

3. EL NOMBRE, AQUELLO QUE NOS HACE ÚNICOS: Conocer sus nombres, sus apellidos, sus aficiones, el nombre de su hijo o cualquier aspecto que los haga irrepetibles, provoca una sonrisa en el otro. Igual piensas que no es tan importante, pero si no equivócate al llamar a alguien y ponerle otro nombre y verás cómo su cara te dice lo que siente.

4. SONRISA: Es posible que no seas la persona más sonriente del mundo, pero en ese caso la gente agradece todavía más verte cualidades humanas. No es preciso que vayas con la sonrisa puesta todo el día, pero si dejas que se te escape de vez en cuando tiene un efecto muy humanizador.

5. CUÁNDO Y QUÉ COMUNICAR: No es preciso que digas todo lo que piensas y que no te quedes nada dentro. De vez en cuando, el sincericidio atenta contra la salud de la otra persona, por lo que a veces vale la pena no ser tan comunicativo. Hay cosas que se pueden decir de muchos modos y cuando se trata de seres humanos, pensar antes de hablar, es un imprescindible.

BENEFICIOS DE ESE TRATO MÁS HUMANO

No es necesario hacer grandes reflexiones para pensar quién se puede beneficiar de esto. Sin ninguna duda, la persona que recibe un trato de este tipo es la primera beneficiada, pero no la única. Las personas que componen tu equipo aprenden de forma vicaria formas de interactuar y tratarse entre ellos y lo más posible es que acaben copiando el trato humanizado creando así la cultura de la empresa. Pero la persona que sin ninguna duda será la más beneficiada, eres tú mismo/a: el trato humanizado lo único que te dará son grandes beneficios. Sentir que cuidamos al resto es muy saludable.

Reme Egea
Reme Egea
Maestra de Educación Física, Formadora en Habilidades Directivas y Gestión de Equipos, Psicóloga, Creadora del proyecto educativo "Con los pies en el aula", Conferenciante, consultora y socia de Proformación S.L.

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