Queridos Giorgio y Leone:
¿Sabéis que acabáis de dar otra vuelta al sol? Una vuelta que os hace sumar 4 añitos, sin duda, los 4 años más felices de mi vida. Nunca olvidaré ese 14 de junio de 2017 en el que iba a una “simple revisión” y me encontré con varios especialistas unidos por una frase: “enseguida que quede un quirófano libre, vas para dentro, no podemos esperar ni un minuto más”. En ese momento se mezclaron todos los sentimientos que soy capaz de sentir miedo, sorpresa, tristeza, alegría, curiosidad, inquietud, calma…y sin duda la ilusión de pensar que me separaban tan solo alguna hora de vosotros.
Y así empezó nuestra aventura y a su vez la mejor historia de amor que no es capaz de superar la película más taquillera de Hollywood.
¡Qué año más bonito hemos vivido! Ha sido un año repleto de primeras veces: vuestro primer día de colegio, vuestros primeros amigos de colegio (sin olvidar a vuestra Clara, Mara y Luna de la guarde), vuestro primer curso de natación, vuestras primeras ilusiones, vuestros primeros chupa-chups, vuestros primeros chistes… y todas las primeras veces que nos quedan!!
Giorgio, me encantaría decirte en esta carta que te quiero, que cada uno de estos 365 días del año me he continuado enamorando de ti, de tus frases, de lo tremendamente cariñoso que eres con cualquiera de tus compañeros, de lo apasionado que eres con “tus juguetes” (“y de los de los otros”), me enamora tu sonrisa y tu risa contagiosa, tu capacidad de desconectar del llanto cuando te cuento sucesos de la vida, me encanta esa capacidad que tienes para distraerte con un solo cochecito de madera, o nuestro chiste del cocinero y sin duda me derrite la capacidad que tienes de amar a Lua. Sabes que eres su admiración, que cada mañana te llama antes que a nadie con su “keke, keke”, como te mira, y te acaricia y te besa. Sin duda ella es capaz de distinguir la nobleza en ti, esa nobleza que me enamora a cada segundo. Te quiero, pequeñín.
Leone, ¿qué puedo decirte que no sepas? A ti también te recuerdo cada uno de mis días con gestos y sobretodo con palabras que me tienes enamorada, que te quiero. Eres un trasto y lo sabes. No hay rotulador que se te resista para pintarnos ropa, paredes o un sofá. No hay tijeras que se te resistan a la hora de cortar documentos importantes. Ni agua que se te resista para crear piscinas por cualquier rincón de la casa. Lo sé y creo que hasta le he encontrado la gracia. Forma para de ti, de tus aventuras de pirata, de tu genialidad, de esas travesuras de niño que después se recuerdan el resto de la vida. Leone, sabes que contigo mi paciencia es inagotable porque es tanto lo que te quiero, que la vida me ha dado pilas recargables para jugar contigo al escondite, a hacerte cosquillas o para abrazarte y besarte 100 veces seguidas. Me enamora ver tu energía, el ritmo y la pasión con la que vives la vida, la fuerza con la que me abrazas y tus inesperados “mami te quiero” en el instante menos inesperado.
Amores, sabéis que os quiero y que cada uno de los días vividos este año, solo hace que aumentar mi pasión por vosotros. El mundo sé que continuará diciendo a veces que no lo hago bien cuando os dejo dormir cada noche conmigo, o cuando os espero en la puerta del colegio con fruta y no con galletas (Leone, a ti no te importa, porque llevas frita a la abuela de Diego y se las pides a ella…jajaja!!), pensarán que no lo hago bien por no dejaros ver dibujos más que un ratito corto (5 minutos como decís) el fin de semana, pero…¡me da igual! Sé que lo único que mueve esas decisiones es mi enamoramiento y a veces la gente enamorada hacemos tonterías y locuras!!
Giorgio, I love you baby, turururururu!
Leone, I love you baby, turururururu!
¡Feliz cuarto cumpleaños!
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