“Un líder lidera dando ejemplo, no por la fuerza”
Sun Tzu
Como líder puedes hablar, comunicar tus intenciones, compartir tus puntos de vista, comentar, explicar pero la acción más poderosa que puedes hacer con tu equipo no consta de palabras sino más bien de gestos, de dar ejemplo con tus propias acciones.
En este post recogemos algunas de las acciones en las que a través de dar ejemplo, puedes conseguir que la gente te siga hacia cualquier objetivo que les propongas:
Un líder tiene que ser consciente de que el tiempo de su gente no le pertenece, es más, tiene que saber que el tiempo es aquello que nunca podremos recuperar después de haberlo utilizado. Por este motivo es de vital importancia que sea puntual en el inicio de las reuniones y también en el fin de las mismas. Además de ello, si pide puntualidad por ejemplo a su gente en la entrega de un proyecto, él o ella también tendrá que ser puntual a la hora de entregarles las prescripciones para desarrollar el proyecto o un feedback rápido en el caso de que se tengan que producir mejoras en el mismo.
Algunos managers contratan nuestros servicios con la idea de que “motivemos” a su gente, algo que paradójicamente es imposible ya que tú no puedes motivar directamente a nadie. En estos casos, es muy habitual encontrarnos delante de una persona que pide motivación para el resto pero que justamente él no es el ejemplo máximo de la motivación. Por este motivo es importante que si pides motivación, vayas motivado a tu trabajo. Si todavía no lo has conseguido, intenta encontrar algo que te resulte motivante en el trabajo ya que será la única manera en que la gente te empiece a copiar.
Si queremos que nuestra gente aporte nuevas ideas, nuevas formas de hacer las cosas, nuevas metodologías o nuevos proyectos, tenemos que demostrarles que nosotros tenemos esta habilidad también para la innovación. Es importante que cada día pruebes, experimentes, te atrevas con lo desconocido. Puedes empezar cambiando la cena de navidad (que siempre vais al mismo lugar) o lo que desayunas, o la metodología de trabajo o incluso el formato de una reunión. Sea como sea, que vean que eres el primero que se atreve con lo desconocido.
Lo más probable es que cuanto más alto sea el puesto que ocupes en una empresa, más marcado y definido quede ante el resto, pero…¿es siempre necesario? Hay algo que siempre me ha sorprendido y es que el mejor lugar de aparcamiento esté reservado para el gran jefe y su equipo directivo. ¿Por qué no atreverse a cambiar esto? La verdad es que me encantaría ocupar un lugar realmente alto en una compañía para demostrar que otros modelos también son viables. Si por mí fuera, los lugares no estarían reservados, ya que por ocupar esa posición no soy ni más ni menos que uno de mis empleados, sino que tenemos roles distintos.
Cuando hablo de trabajo duro no me refiero a cuántas horas pasas en tu puesto, ni al presentismo en el lugar de trabajo sino a los resultados que eres capaz de conseguir en el menor tiempo posible. Cuando trabajamos intensamente para conseguir resultados que beneficien a nuestra empresa y a nuestro equipo, no es preciso estar vendiendo lo que hacemos continuamente sino que la gente se dará cuenta por sí mismos y eso es mucho más potente.
No te digo que te engrases continuamente las manos ya que si así lo hicieras dejarías de lado algunas de tus responsabilidades más estratégicas. No obstante es útil que la gente te vea engrasarte las manos cuando estén atascados, cuando no sepan cómo comenzar o cuando se encuentren ante dificultades. Verte a su lado en esos momentos, reforzará sin duda tu posición de líder.
Algo que me llama la atención en muchas empresas es que los recursos se utilizan como si fueran inagotables. Muchas veces se utiliza la luz, el agua, los folios, el material de producción, los repuestos, etc. como si fuera una bolsa sin fondo. Creo que un líder tiene que ser el primero en iniciar pequeñas acciones que hagan aprender al resto sin tener que “predicar”. ¿Qué tal si empiezas apagando las luces de tu oficina cuando sales de la misma?
Si queremos que nuestro equipo nos respete, y respete su trabajo y a la propia empresa, el primer paso será tratarles con el máximo respeto. Da lo mismo que ocupen una posición u otra, da lo mismo que sean el CEO o el último trabajador que ha entrado en la misma, para el respeto no deberíamos marcar distinciones ya que el por favor, el gracias o el buenos días funcionan en cualquier contexto y con cualquier persona.
RETO DE LA SEMANA:
Esta semana te propongo el reto de que continúes dando un ejemplo positivo en aquello que ya haces correctamente y que empieces a dar ejemplo en alguna de estas acciones que puedes incorporar a tu vida diaria. Los efectos pueden ser realmente sorprendentes.
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