Estrategias para acercarse a tu equipo de trabajo.

Hay líderes cercanos, lejanos, hay líderes que están presentes en el día a día y líderes que no aparecen ni ante los conflictos más grandes (aunque claro, realmente no serían líderes sino simplemente jefes), hay incluso líderes que la gente prácticamente no sabe ni que existen. El problema de no aparecer demasiado es que esto dificulta la creación de esas relaciones que van a ser importantes para gestionar tu equipo de trabajo. Por ese motivo será importante que desarrolles distintas habilidades para acercarte poco a poco a cada persona que forma parte de tu equipo.

A continuación, te planteo algunas estrategias que te pueden resultar útiles: 

1. Busca momentos informales en los que estar con ellos: en muchas empresas se organizan campeonatos de paddle, de fútbol o simplemente salen a correr durante la pausa de la comida. En este tipo de acciones ves a personas de distintos equipos, departamentos o incluso posiciones. Esto facilita distintas interacciones en un contexto más informal y cercano al habitual y con ello la creación de vínculos que después pueden favorecer la colaboración en el trabajo.

2. Comparte con ellos de vez en cuando el momento de comida o almuerzo: en algunas empresas en las que el horario engloba las horas de la comida, se crean distintas costumbres dentro del equipo como por ejemplo comer juntos ya sea fuera de la empresa, en la cantina o incluso con el modelo tan extendido de “reunión de tupers”. Este es un tiempo perfecto para compartir ya que suelen aparecer temas que se dejan de lado cuando estamos inmersos en proyectos profesionales, bromas, anécdotas, etc. 

3. Esfuérzate por saber más de cada uno de ellos: el primer paso sería conocer el nombre de cada persona de tu equipo. Es posible que estés liderando 200 personas, pero eso no hace imposible que vayas aprendiendo poco a poco sus nombres. Lo ideal es que hagas un esfuerzo de forma consciente para conocer algo más de cada uno: sus gustos, información de sus vidas, su carácter, sus aficiones, etc. No se trata de ser un “cotilla” sino de estar atento a toda aquella información que te permitirá conocerlos no solo como trabajador sino sobretodo como ser humano.

4. Aprovecha los momentos fuera de horario para acercarte a ellos: en ocasiones te puedes encontrar con colaboradores que llegan al trabajo antes de la hora prevista. Este es un momento perfecto para acercarte a su puesto y entablar conversaciones breves ya que el efecto “mirón” (compañeros que estiran el cuello para ver qué se cuece…) será más reducido a estas horas del día. 

5. Reconoce el trabajo bien hecho: si hay alguna acción que tus colaboradores agradecerán enormemente es que seas capaz de atender no solo a aquello que se puede mejorar sino también a todo aquello que ya hacen correctamente. En este punto es importante que estés atento para que puedas reconocerles cada acierto destacado en su trabajo.

6. Pregúntales por temas que tengan que ver con la empresa: cuando tengas ocasión, te será muy útil saber cómo están, qué les gusta de su puesto y qué no, qué cambiarían de la empresa, del equipo o incluso de ti mismo como líder. Este tipo de conversaciones no solo te acercan a ellos, sino que además transmiten una gran humildad y capacidad de aprendizaje por tu parte.

7. Déjate ver por las oficinas, por las líneas de producción o sea cual sea su lugar de trabajo: los colaboradores agradecen verte cerca y admiran el hecho de que te manches las manos a su lado de vez en cuando.

8. Comparte momentos de café: el simple hecho de compartir un café con ellos en tu despacho, en el bar o en la máquina de café, posibilita momentos de reunión informal donde aparecen temas que les preocupan, temas personales o incluso temas distendidos que crean un buen ambiente de trabajo.

Seguro que si aplicas alguna de estas acciones, te haces cada vez más ágil en crear aproximaciones a cada uno de ellos y como consecuencia, mejorarás la relación profesional y personal que os une.

RETO DE LA SEMANA:

Esta semana te planteo el reto de que pongas en práctica alguna de estas pequeñas acciones y que analices las reacciones que produce en tus colaboradores. ¿Se sienten invadidos? ¿Sorprendidos? ¿Sienten mayor cercanía hacia ti? 

¡Nos vemos la próxima semana!