Lo que una sonrisa no consigue

Hace un par de días, una amiga compartió conmigo el link de una bonita charla TED: se trataba de Stella Young, una persona con ciertas discapacidades físicas que compartía su visión respecto a “utilizar a las personas con discapacidad como fuente de inspiración para otros”. Aquí te dejo el link por si te apetece ver la charla:

LA VISIÓN DE STELLA

Stella comenta en su charla que son muchas las personas con discapacidad las que forman parte de anuncios, de planes de Marketing y de incluso una comunicación dirigida a personas sin discapacidad con mensajes tipo: “Si esta persona ha podido, tú también puedes”, o “Por muy mala que sea mi vida, podría ser peor, porque podría ser esa persona”. ¿Tendrá razón Stella que es una forma de “cosificarles”?

¿Y SI NO FUERA UN PROBLEMA DE COSIFICACIÓN?

Posiblemente haya un punto que no comparta al 100%. Desde mi punto de vista lo que es inspirador no es el hecho de que alguien vaya en una silla de ruedas y tú no, o que el otro tenga un déficit visual y tú no, o incluso que el otro no pueda escuchar y tú sí. Lo que verdaderamente resulta inspirador es ver cómo las personas sacan fuerzas y capacidad de lucha ante situaciones retantes y desafiantes. Da lo mismo que se trate de una persona en silla de ruedas que haya luchado por practicar un deporte complicado para ella, o que se trate de una persona en el paro que después de 7 años buscando trabajo no tira la toalla, o esa persona que ha perdido a alguien importante en su vida y continúa sacando fuerzas para vivir sus días con ilusión, o que sea un niño en el colegio que luche por pasar de notas medias de un 2 a notas medias de un 4’5. Desde mi punto de vista no tiene que ver con el hecho de la “carencia” de la persona sino con ese espíritu de lucha, de esa pasión por seguir hacia delante, de no tirar la toalla ni un solo día por ti mismo.

DONDE ESTOY DE ACUERDO AL 100%

A pesar de tener visiones distintas del tema que plantea Stella, sí que hay puntos en los que coincido al 100%, puntos que me han hecho pensar y reflexionar al respecto. Hay tres frases con un contenido muy potente que plantea Stella en su charla:

1. “Un montón de sonrisas ante un tramo de escaleras, no ha hecho nunca que se convierta en una rampa”.
2. “Sonreír ante una pantalla de televisión, no hará aparecer los subtítulos para una persona sorda”.
3. “Tampoco un montón de gente en una librería irradiando una actitud positiva, convertirá todos esos libros al Braille”.

¿Tiene razón Stella? ¿Hacemos algo para cambiar el mundo en el que vivimos o simplemente vemos las “carencias” de otros y segundos después de ver una imagen, una conferencia o un video desaparece de nuestra mente?

Justo en este punto creo que Stella tiene mucha razón: una simple sonrisa amable, no construye esa rampa tan necesaria para moverse simplemente por una ciudad, o para entrar en un restaurante o incluso para subir a una acera. Y en ese punto sí que siento el poder de esa crítica que convierto para mí misma en autocrítica. La sonrisa puede estar, como puede estar para saludar a ese señor que lucha por encontrar un trabajo, o esa persona que lucha después de perder a un ser querido o ese niño que pelea para subir dos puntos su nota sin llegar todavía al aprobado, pero esa sonrisa no hará de por sí que el mundo mejore a nuestro alrededor…

RETO DE LA SEMANA:

Esta semana tu reto consistirá en acción, en acción y movimiento:

• Haz una solicitud a tu ayuntamiento para que construyan esa rampa tan necesaria en tu calle no solo para esa persona que va en su silla de ruedas, sino también para cuando te desplaces tú con tu maleta, el carro de tu compra, o el carrito de tu hijo.
• Ayúdale a ese señor a buscar de otro modo más efectivo trabajo: comparte con él herramientas que le aproximen a lo que quiere.
• Acércate a esa persona que perdió a  alguien, muéstrale tu cariño llevándole un pedazo de su tarta favorita, o paseando al sol o simplemente estando sentada a su lado en un sofá, sin decir nada.
• Regálale un par de palabras a ese niño: dile que es fantástico haberse superado para pasar del 2 al 4’5. Ayúdale para que descubra qué ha hecho de distinto y que lo vuelva a repetir más y mejor. Dile que la barrera del aprobado está a solo 5 décimas.
• O cualquier acción que cambie un pedacito de este mundo…

¡Nos vemos la próxima semana!