Los efectos nocivos de la antihumildad
Gran palabra…¡la humildad! Es una palabra como tantas otras que se pronuncian cada vez que alguien nos habla de liderazgo. Un líder tiene que ser amable, respetuoso, humilde y mil otras tantas características. ¿Pero qué entendemos por humildad? ¿Qué acciones hacen que nos merezcamos ese atributo cuando nos describen?
SIGNIFICADO
Según la Real Academia de la Lengua Española, la humidad es “la virtud que consiste en el conocimiento de las propias limitaciones y debilidades y en obrar de acuerdo con este conocimiento”.
Para mí la humildad está basada en pensar, actuar y sentir que no somos más que ningún otro ser humano, que no somos más por tener más propiedades, ni por ser reconocidos a nivel social más que otra persona, que no somos más por tener un trabajo mejor pagado, ni por tener un mejor físico que otros. Es una sensación que te acompaña cada vez que interactúas con otro ser humano, esa sensación que te hace pensar que lo único que os distingue es vuestro ADN, vuestras costumbres, vuestro estilo o cualquier cosa que os haga simplemente diferentes.
HISTORIAS REALES
Pero claro, esta es simple y llanamente mi opinión. La de muchos otros puede ser distinta. Te cuento un ejemplo de antihumildad.
Hace unos cuantos años, antes de nacer yo mi madre empezó a trabajar como operaria en una empresa textil. Mi madre es la persona más trabajadora que he conocido. No solo lo digo yo, sino que sus jefes pensaron lo mismo de ella y a los pocos meses de ser operaria de producción la hicieron encargada. Te digo más, la primera encargada mujer que tuvieron en la empresa, vamos, todo lo que sería hoy una directiva de éxito.
Desempeño durante un tiempo esa función hasta que se quedó embarazada, o mejor dicho, hasta el día en que nací yo. Lo digo literalmente porque fue hasta el día exacto en el que tenía que nacer yo. Me esperé a que acabase para no molestar, y decidí nacer. Y bueno, aquel pequeño evento y el nacimiento de mi hermana hicieron que dejase de trabajar en la empresa. Después se hizo emprendedora, montó su propia empresa de tricotar y hace unos años, al cerrar su mini empresa volvió a ser contratada. En este caso para una empresa de limpieza. Curiosamente volvió a la empresa en la que había sido encargada, pero ahora como limpiadora.
EL RETO DE LA REALIDAD
En ese momento se encontró con una situación muy curiosa: aquellos trabajadores que en su momento le hacían la pelota como jefa ahora pasaban por su lado sin saludarla, mirándola por encima del hombro. ¿Cómo es posible que el simple hecho de ocupar un puesto u otro marca tantas diferencias en la interacción con otros? ¿Cómo es posible que nos sintamos más por ocupar simplemente una posición distinta?
APRENDIZAJES ÚTILES DE LA ANTIHUMILDAD
¿Qué aprendizajes podemos extraer de esta historia?
– Posiblemente cuando las personas se comportan de esta forma no llegan a ser conscientes de los efectos que provocan en la otra persona.
– La mejor forma de quitarse valor a uno mismo, es quitárselo a otras personas, tratarlas con desprecio o soberbia.
– La vida da muchas vueltas, y esas personas que se atreven a infravalorar a otros seres humanos no saben que la realidad cambia y que pueden ser ellos los que mañana ocupen esa posición.
– Es imposible crecer como profesional, subir escalones y ocupar altas posiciones si no se crece a la vez como persona.
– Y posiblemente, el mejor aprendizaje que he hecho en cuanto a la antihumildad es que los seres humanos no tenemos derecho a mirar a otro ser humano desde arriba, a no ser que sea para ayudarlo a levantarse.
No sé tú, yo no sé dónde puedo llegar todavía en mi carrera profesional, eso sí, llegue donde llegue espero no olvidar nunca de dónde vengo y de cómo le debo la vida a otros seres humanos que me rodean.
RETO DE LA SEMANA:
Me gustaría que esta semana traces tu propia definición de humildad, que te acerques al concepto y al potente significado de la misma. Para ello te planteo unas cuantas preguntas que te permitan reflexionar: ¿qué significa para ti el concepto de “humildad”? ¿Con que acciones la reflejas en tu día a día? ¿De qué forma te resulta de utilidad? ¿Qué consecuencias provoca en ti? ¿Y en los otros?
Espero que la simple reflexión te permita acercarte a ese gran invento de la humildad.
¡Nos vemos la próxima semana!
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