¿Tienes conflictos en tu equipo de trabajo? No importa si gestionas un equipo pequeño o grande, no importa si trabajas en una pequeña empresa o en una multinacional, si algo te vas a encontrar en tu día a día laboral son los conflictos humanos. Es cierto que también te vas a encontrar conflictos, retos y dificultades que tienen que ver con la parte técnica de tu trabajo, pero este tipo de conflictos son más fáciles de solucionar que los que provocamos las personas.
A lo largo de mi experiencia laboral, me he encontrado con ciertos temas que suelen ser fuente de conflicto de forma habitual por lo que es importante que aprendas a distinguirlos y a lidiar con ellos. A continuación te presento algunos de esos asuntos que son un caldo de cultivo perfecto para que salten las chispas.
INGREDIENTES PARA “COCINAR” CONFLICTOS:
1. Tareas que se doblan: hay situaciones en las que se producen errores en nuestra comunicación que nos llevan a que una tarea se doble por dos perdonas o más. Esto nos produce una desagradable sensación de pérdida de tiempo. Si se ocurre una sola vez no le damos importancia pero si es repetitivo puede producir fricciones importantes.
2. Tareas que se quedan por hacer porque no le gustan a nadie: conectado con el punto anterior es muy habitual que justo las tareas que incomodan, que son pesadas o simplemente repetitivas se quedan por hacer. Por ejemplo es habitual que todo lo que tiene que ver con papeleos y documentaciones llega a producir problemas no solo dentro de un mismo equipo sino también entre departamentos que le dan una importancia distinta al valor de hacer o no hacer una tarea.
3. Rencillas personales: las diferencias en cuanto a personalidades, gustos, aficiones, pasiones, ideologías, etc. llegan a producir rencillas personales que afectan directamente a los resultados del equipo. Prácticamente en el 95% de equipos en los que intervenimos hay ciertas rencillas que si no se han trabajado correctamente interfieren en el trabajo que cada miembro del equipo tiene que hacer.
4. No ser un líder ejemplo: el líder es una de las personas más observadas por parte del equipo de trabajo por lo que tiene que ser un ejemplo en cualquier tema ya sea en puntualidad, en seguridad, en excelencia de su trabajo o incluso en la carga de tareas.
5. Hablar mucho y hacer poco: cuando tenemos a alguien en el equipo que se dedica a opinar, a comunicarse en exceso, a quejarse y a decir a todo el mundo lo que “debe” hacer, es muy posible que no esté ejecutando sus tareas como debería y por ese motivo es fácil que se produzcan discusiones entre distintos miembros del equipo.
6. Sensación de injusticia: no es fácil tomar decisiones de forma que sean consideradas justas por todas las personas pero es cierto que si tomamos algunas medidas al respecto aumentaremos la sensación de justicia. El hecho de poner sobre la mesa información y hacer que la comunicación sea fluida, ayuda a que no construya cada uno sus propias interpretaciones de la realidad.
7. No respetar normas básicas: el hecho de que algunas personas no respeten normas básicas como la puntualidad, la palabra a la hora de cumplir con una tarea o rematar un trabajo, etc. provocan problemas sobretodo con aquellas personas que son más responsables y dan más importancia a la organización y las normas.
8. Reunionitis: cuando gastamos mucho tiempo en reuniones y lo hacemos gastar a la mayor parte del equipo, provocamos de forma indirecta algunos problemas. Es decir, si una reunión se alarga, hace que no lleguen a tiempo a otra reunión o a cumplir con otras de sus tareas, lo que si pasa de forma habitual suele producir nuevos motivos de choque entre distintas personas.
9. El móvil: este aparatito que parece tan inofensivo llega a producir graves problemas. Desde faltas de atención y escucha cuando habla un compañero, interrupciones en reuniones o incluso malos entendidos en grupos de whats app, producen nuevos tipos de conflictos con los que hay que lidiar a lo largo de la jornada.
10. Errores en la comunicación: en algunos casos puede ser por defecto y en otros casos por exceso, pero la comunicación es un foco de creación de conflictos. Al no ser robots, continuaremos teniendo errores en la comunicación puesto que nuestros sentidos no son infalibles. Lo importante en estos casos serán las estrategias que vamos desarrollando para lidiar con los conflictos que se han ido creando.
RETO DE LA SEMANA:
Esta semana te pido que estés atento a todos y cada uno de estos tipos de conflicto para que analices con detenimiento dónde pueden estar los principales puntos en los que saltarían fácilmente las chispas en tu equipo.
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