Uno de los objetivos que nos plantean muchos de nuestros clientes tiene que ver con aumentar la cohesión de su propio equipo de trabajo. Posiblemente crear un equipo es “sencillo” pero mantener la cohesión a lo largo del tiempo presenta muchas más dificultades.
EJEMPLOS DE “MALOS PRIMER DÍA”
Hoy nos centraremos en uno de los momentos clave para crear cohesión en un equipo: el primer día de trabajo. Curiosamente nos hemos encontrado con demasiados ejemplos en los que vemos que muchos líderes infravaloran el primer día de trabajo de sus empleados. Ente nuestros clientes hemos escuchado historias muy variopintas:
– “El primer día que llegué a esta empresa, esperé horas en la puerta porque estaban todos tan ocupados que no tenía tiempo para atenderme. Hacía un frío terrible y me tuvieron en la garita de seguridad hasta que alguien vino a por mí”.
– “Mi primer día en esta empresa fue un tanto caótico. Nadie sabía muy bien qué es lo que tenía que hacer por lo que tuve que esperar mucho tiempo en mi mesa para que me explicasen realmente parte de mis tareas y mis responsabilidades”.
– “A mí me contaron realmente de qué iba mi puesto de camino al mismo. Desde que me recogieron en la puerta hasta que llegué al sitio, no pasaron más de 10 minutos”.
– “Mi primer día fue un tanto estresante en esta empresa. No sabía dónde estaban los baños, dónde estaba el vestuario, ni la cantina. Una de las veces que decidí ir al baño, acabé perdido porque no sabía volver a mi puesto de trabajo”.
No sé si tú eres una de esas personas que pasó en su primer día por este tipo de experiencias, lo que sí tengo claro es que si lo viviste de esta manera, lo recordarás para siempre. Posiblemente si te preguntara qué cenaste el miércoles de la semana pasada, no lo recuerdas. Es posible que no te acuerdes ni de qué ropa llevabas puesta hace un par de días, ni dónde has aparcado hoy tu coche al llegar al trabajo, en cambio si te pregunto por tu primer día de trabajo, seguro que lo recuerdas.
Por eso es tan importante crear una experiencia agradable ese primer día, algo que la persona recuerde con agradecimiento. Aunque no lo creas, una persona agradecida a esos niveles, se convertirá en un fiel colaborador. Las personas tendemos a devolver más de lo que hemos recibido…¿por qué no hacer una buena inversión ese primer día?
A TENER EN CUENTA ESE PRIMER DÍA
A continuación te muestro acciones muy simples que puedes tener en cuenta el primer día de trabajo y que sin duda harán una gran diferencia:
1. Grábate a fuego la idea de que “el primer día se recuerda PARA SIEMPRE”:Haz ese día todo lo que esté en tus manos para que sea una experiencia agradable para la persona. Haz que te vea como alguien cercano, humano, accesible y que tiene la empatía suficiente para entender que en esos momentos aparecen mil emociones distintas.
2. Recuerda que si te lo ganas el primer día, te lo ganas para siempre: Una persona agradecida, se transformará en un colaborador dispuesto a ayudar y a demostrar lo mejor de sí mismo en esa empresa durante mucho tiempo.
3. Respeta su tiempo y no lo hagas esperar: Organízate de modo que seas tú quien le espere y no él o ella a ti. No hay peor desconsideración hacia una persona que recordarle que tu tiempo es más importante que el de ellos.
4. Empieza con mucha suavidad: Un café estaría genial. Para empezar la jornada no hay nada mejor que compartir un café antes de la misma. Este simple gesto de cortesía crea un ambiente agradable que le hará sentir como “en casa”.
5. Hazla partícipe, que hable, que comparta: Este primer café también te sirve para ver cómo está la persona, qué espera de ese día. Te sirve para acercarte a ella de una forma más humana y empezar a conocerla desde el minuto 1.
6. El nuevo empleado suele llegar con ganas e ilusión, no se las quites el primer día contándole todo lo malo: En algunas ocasiones se enamora al candidato contándole todo lo bueno de la empresa en el proceso de selección. Después llega, y el primer día le vas sacando trapos sucios de la empresa. Mejor deja que descubra él mismo lo que se puede mejorar ya que si no lo decepcionarás el primer día.
7. Explícale cosas simples: Dónde están los vestuarios, los baños, procesos a seguir en el día a día. Pueden parecer cosas muy simples pero a veces pasan desapercibidas y hacemos que la gente se sienta realmente perdida ese primer día. Ya te adelanto que no es una muy buena sensación para empezar.
8. Preséntale a la gente: Es importante que desde el primer momento conozca a los compañeros con los que va a trabajar y que estos le conozcan a él o ella. Esto facilitará ese contacto y acercamiento, a la vez que rompes tú mismo el hielo que puede sentirse al inicio de una relación profesional.
9. No le sobrecargues con información: Mejor explícale las cosas mientras se las muestras. No es preciso que el primer día le cuentes hasta el último detalle. Es mucho más útil que espacies esta información a lo largo de los primeros días de forma que tenga tiempo para asentar estos conocimientos.
10. Cuídale en las pausas esos primeros días: Uno de los momentos más complicados de los primeros días es la pausa de café, comida, etc. Porque… ¿con quién te sientas? ¿Con quién hablas? Para muchas personas estos primeros momentos suelen suponer mucha tensión por lo que sería genial que al menos durante un par de días compartas con él o ella este tiempo y le vayas presentando a otras personas…¡sin duda, te lo agradecerá!
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