Al trabajar durante años en un sistema productivo tan complejo como es el mundo de la automoción, empiezas a aprender muchos términos que son aplicables al día a día de un profesional y no solamente al producto o servicio que producen.
Mi experiencia en mi segunda casa (“las aulas de Ford”) me ha llevado a desarrollar y aplicar muchos términos del Lean Manufacturing a la vida real de las personas, a sus problemas, a las soluciones, a entender los procesos.
Y bueno, hay un término que siempre me llamó la atención: “VALOR AÑADIDO”.
Según la wikipedia, El valor añadido, es el “valor económico adicional que adquieren los bienes y servicios al ser transformados durante el proceso productivo. En otras palabras, el valor económico que un determinado proceso productivo añade al que suponen las materias primas utilizadas en su producción”. En el mundo Ford, me lo explicaban, para que lo entendiese en mis inicios como “aquello que el cliente está dispuesto a pagar cuando se lleva el producto, aquello que se lleva consigo mismo”.
Y con esas reflexiones he ido encontrando ejemplos de cómo estos términos tan productivos también aplican a seres humanos con tacones, con corbatas o con sus batas de trabajo.
Estos días he encontrado a uno de esos seres humanos que con su Valor añadido llegan a producir un cambio positivo en el mundo más grande de lo que ellos jamás sospecharían. En este caso, el ejemplo que te voy a poner es el de Jared Axen, al que muchos conocen en su hospital como “The singing nurse”.
Jared estudió enfermería y a partir de ese momento empezó a trabajar en el hospital Henry Mayo Newhall Memorial Hospital en Valencia (California). Entre sus diversas tareas diarias, Jared preparaba las medicinas para después repartirlas entre sus pacientes y durante ese tiempo tarareaba sus melodías. Un día se sorprendió a sí mismo tarareando estas canciones por el pasillo mientras los enfermos asomaban la cabeza desde sus camas intentando ver de dónde venía aquella voz. Y esta simple acción fue creando un impacto, un cambio entre sus propios pacientes.
Creo que el impacto lo podrías imaginar pero igual es mejor que primero lo disfrutes en este video a partir del cual conocí el trabajo de Jared:
¿Qué opinas del mismo? ¿Te tocó mínimamente? ¿Crees que impactó en su mundo profesional? A mí me parece de un valor añadido tremendo que alguien arranque unas lágrimas de emoción a esa señora. Posiblemente esta mujer, a su edad, estando en una cama del hospital con sus problemas de salud, lo que más siente en su día a día es el dolor, la pena, la soledad, la tristeza de que el camino de su vida ha sido en gran parte hecho. Y si en medio de esas emociones alguien es capaz de activar la más mínima sensación de alegría, de cariño, de sensibilidad y humanidad, ese ser humano se me merece todos mis respetos.
Con ese simple tarareo, con ese coger la mano de la señora, con el simple hecho de hacerlo porque le da la gana y no porque lo pone su contrato, da un valor añadido completamente extraordinario.
El valor el valor añadido que como profesional puedes darle a tu profesión radica en lo humano, en lo sensible, en aquello que no puede ser expresado con palabras.
Radica en aquello que no aparece en ninguna de las cláusulas de tu contrato laboral.
Radica en las formas, en las miradas, en los valores que te distinguen.
Radica en aquello por lo que no necesitas pedir ningún dinero a cambio.
Radica en aquello que te llena mientras lo estás haciendo, por el simple placer de hacerlo, sin necesidad de nada más.
Radica en todo aquello que estás dispuesto a dar por encima de lo que te pidieron, en esos momentos en que esperaban 2 y das 4, en que esperaban menos y das mucho más.
Y es que justamente son estos detalles los que cambian el mundo, los que impactan y marcan la diferencia. Esos detalles que hacen pensar “Este profesional es diferente”, no es como el resto.
¿Te unes al club de los diferentes?
El reto de esta semana va a consistir en que revises tu contrato laboral (si lo tienes en este momento o si lo tuviste en el pasado) y que distingas en una lista qué es lo que se espera de ti en el mismo: responsabilidades, funciones, tareas por las que te están pagando. Y después dedica 5 minutos a pensar dónde podrías dar el valor añadido, donde podrías sobresalir por ser un profesional diferente, distinto, único y sin igual.
¡Nos vemos la próxima semana!
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