Imagina que por motivos que están fuera de tu control, ese lugar tan especial al que llamas “mi casa” va a ser destruido en tan solo 30 segundos…
¿Qué salvarías si solo tuvieras este tiempo?
Sería útil que lo pensases durante un par de minutos y lo anotaras en un papel… te dejo esos dos minutos…
¿Ya estás aquí? No sé lo que has anotado pero es muy posible que te encuentres con respuestas similares a las que dan los adultos de este experimento:
¿Qué ha pasado? ¿Coinciden tus respuestas con las de los adultos? ¿O eres de los que ha tenido la suerte de tener respuestas más similares a las de los niños?
Nuestra forma de vivir, de luchar, de trabajar por lo que queremos, nuestra forma de liderar nuestros proyectos y equipos nos lleva muchas veces a un ritmo vertiginoso de vida en el que nos olvidamos de gran parte de esos valores que nos mantienen vivos. Los plazos, las fechas límites que se aproximan sin darnos cuenta, los fuegos que surgen en nuestro trabajo y cada uno de los problemas con los que nos vamos encontrando, nos meten en una espiral que no llega a ser útil ni para tu salud ni para la de aquellos que comparten tú día a día personal y profesional.
¿Por qué no pararnos de tanto en tanto a conectar con todo lo que en un momento u otro te ha hecho feliz?
Te doy unas cuántas ideas para parar, reflexionar y volver a conectar con ese tipo de líder que aporta lo mejor de sí mismo a quien se cruza en su camino…
1. Piensa en alguien en tu vida (un amigo, un familiar, un jefe) que te haya aportado tantísimo que si no fuera por él o ella no serás quién eres hoy y envíale una carta. ¿Puede ser un mail? Sí, sin duda, pero te aseguro que una carta de las de antes tiene tanto ritual que puede hacer que conectes de manera muy singular con lo que te rodea.
2. Busca un lugar especial en la naturaleza, uno de tus favoritos (el mío sería sin duda un atardecer delante de la majestuosidad del mar) y relájate sin móvil durante 10 minutos ante ese inmenso espectáculo. Si eres de los que sin móvil les daría un ataque al corazón, puedes llevarlo contigo y apagarlo durante 10 minutos 😉
3. Túmbate encima de tu sofá favorito, ponte cómodo y durante unos minutos escucha tu canción favorita con los ojos cerrados. La mía sin duda sería Bohemian Rapsody…¿te apuntas?
4. ¿Cuánto tiempo hace que no saboreas tu comida favorita? Es posible que “el comer” se haya convertido en una simple acción para mantenerte con vida. Pues hoy puedes permitirte ese homenaje: prepara (o encarga, si no eres muy cocinillas) tu comida favorita y disfrútala como si fuera la primera vez en tu vida que la probases.
5. Agua, esencias, velas y media hora. No necesitas nada más, mezcla estos ingredientes como más te apetezca y relájate. Poniendo en funcionamiento todos tus sentidos es realmente fácil que conectes con lo que realmente te importa en la vida.
Y ahora, después de haber seguido alguna de estas pautas… ¿Qué salvarías de tu casa si solo tuvieras 30 segundos antes de salir?
RETO DE LA SEMANA:
Esta semana te propongo el reto de que elijas una de estas pautas, la sigas al pie de la letra y al acabar te vuelvas a hacer esta pregunta. Sería muy interesante que compartieras tus respuestas…
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