El post de hoy tiene “algo” un tanto especial…es un post que compartiré con vosotros pero que va dirigido exclusivamente a una persona: Lúa. Si lo comparto contigo simplemente es por qué creo que puedes aprender algo de liderazgo y autoliderazgo a través del mismo, algo que te sirva para liderar a otros, para acompañarles, para hacerles mejor, algo que te sirva incluso para aceptar tus propias limitaciones al liderar a tu equipo en el mundo profesional.
HOLA LÚA…
Te espero al otro lado de la piel. Aunque no lo parezca, ya han pasado 40 semanas desde que empezaste a estar al otro lado de la piel. Es cierto que al principio eras tan imperceptible que no sabía ni que estabas ahí, pero desde hace unas cuantas semanas no hay ninguna duda…te mueves, nadas, pataleas, bostezas, apoyas tus talones y hasta parece que tienes alas. Justo ahora mientras escribo en este instante das muestras de que estás ahí, de que escuchas mi voz…
No sé decirte si será en unas horas, o serán días pero sé que no nos queda nada para que nos encontremos al otro lado de la piel.
Si me preguntas “¿Qué siento?”, te diré que mil cosas. Giorgio y Leone llegaron en la semana 34 de urgencias por lo que no me dio casi tiempo a pensar, a sentir o a notar que ya estaban casi aquí. En tu caso es distinto, estás cumpliendo fielmente la cuenta atrás, tanto es así que tu semana 40 es justo esta semana, la semana 40 del calendario de este año…¡curiosa coincidencia! Llegando hasta con principios Lean…JUST IN TIME!
Y volviendo a tu pregunta diré que siento muchas cosas…
Siento ganas de ver tu carita, de ver abrir tus ojos o ver incluso tu nariz por primera vez…
Siento alegría de pensar que en horas o días podrás coger mi dedo y apretarlo por primera vez…
Siento emoción cuando creo que en nada haremos ese famoso “piel con piel” que tanto alimento emocional aportó a tus hermanos…
Siento añoranza de volver a sentir ese olorcito tan común de bebé, ese punto de relajación que da el veros dormir o incluso el sonido de ese ronroneo cuando estáis a gustito…
Siento curiosidad por cómo Giorgio y Leone reaccionarán al tenerte en sus brazos. Ya te adelanto que te tocarán y te besarán igual más de lo que te gustaría…pero tienen solo dos años y unas ganas inmensas de descubrirte…
Siento orgullo de ver cómo ambas hemos superado este proceso de meses, meses duros de trabajo, de sacar mil cosas adelante y de luchar por distintas cosas que valen realmente la pena…
Y sí Lúa, no te voy a mentir… Siento miedos, no solo uno sino unos cuantos. Siento miedo a cómo vaya a ser el parto porque en este momento no hay nada decidido. Siento miedo a cómo vivas tú el proceso. Siento miedo a que se repita parte de la experiencia que tuve que vivir con tus hermanos. Siento miedo a que algo no salga como se espera. Siento miedo a no estar a la altura de lo que necesites cuando estés al otro lado de la piel. Siento miedo a no saber cómo compartirme entre Giorgio, Leone y tú. Siento miedo a no saber liderar mi vida personal compaginándola con la profesional. Siento miedo a no saber acompañarte siempre de la mano cuando estés fuera. Siento miedo a no saber ser tu líder cuando me necesites… ¡Siento tantos miedos!
Pero también te diré que el valiente no es aquel que no siente miedo, sino que es aquel que a pesar de sentirlos tira adelante, sin tirar ni un solo día la toalla. Y eso ya te puedo asegurar que no va en mi forma de vivir. Siempre tiro hacia adelante.
Lúa, te espero con mis sentires, con mis alegrías, con mis miedos y con todo lo que soy, al OTRO LADO DE LA PIEL.
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