Viajando sola: otra vez el miedo en el cuerpo

Hace justo un año escribí este post que en su momento no llegué a publicar porque todavía no tenía activo mi blog. Hoy, un año después me encantaría compartirlo contigo…

VIAJANDO SOLA: OTRA VEZ EL MIEDO EN EL CUERPO

¿Para qué voy a mentirte? ¿Para qué voy a hacerme la valiente y decirte que no siento miedo en el cuerpo? Pues sí, lo siento, en mi estómago, en mis piernas, con una sensación que no es fácil describir.

A solo 8 días de mi próxima Aventura, y continuó sintiendo esas mismas sensaciones como si fuera la primera vez que fuese a lanzarme, la primera vez que fuese a pasar por esto…¡pero es la tercera!

A POR LA TERCERA AVENTURA

La primera vez fue Chile, una maravilla de país con seres humanos que me acogieron de una forma exquisita, con un cariño que no se puede explicar con palabras.

La segunda vez opté por un desafío mayor: más días, más lejos y un idioma que no fuese una de mis lenguas maternas. Opté por Australia, casi lo más lejos que se puede viajar desde España, 21 días y en un inglés que me costaba entender a la perfección.

Y en este tercer viaje, el destino es Asia, un continente todavía desconocido para mí. En concreto, llegaré a Thailandia y viajaré por Camboia, Vietnam y posiblemente Laos. Y sí, como te decía, siento todo ese miedo en el cuerpo que se puede sentir. Cuando inicias estas Aventuras piensas que eso solo se siente la primera vez, pero no, vez tras vez continúas sintiendo que algo se mueve ahí dentro.

¿QUÉ MIEDOS SURGEN A POCOS DÍAS DEL INICIO?

Pues la verdad es que surgen miedos, sensaciones, inquietudes de muchos tipos. Algunas sensaciones son bien conocidas por mí y puedo ponerles nombre mientras que otras son completamente desconocidas. Te cuento algunas de las que siento…

– Miedo a las picaduras: te informan en tus vacunaciones de tantos peligros que al final sientes que cualquier mosquito podría acabar con tu vida… ¡Un mosquito! ¡Jajaja!

– Miedo a pasar una noche en las calles: en estos viajes de aventura en los que el camino se va construyendo día a día sientes que un día podrías tener que pasar la noche en medio de la calle.

– Miedo a la soledad: o sí o sí en el momento que cojas ese avión y vueles durante 14 horas sabes que la distancia será suficientemente grande como para no tener a los tuyos si les necesitas en un momento del viaje.

– Miedo a la tristeza: no te puedo explicar cómo pero siempre hay un día gris, un día en que las cosas no salen como esperabas y te sientes triste, con ganas de soltar alguna lágrima y sin nadie que te abrace justo en el instante que lo necesitas.

Pero…¡todo no son miedos!

¿QUÉ TE MUEVE Y TE ILUSIONA A POCOS DÍAS DEL VIAJE?

Pero claro, todo no son miedos y sensaciones incómodas, sino que también hay muchas cosas que te impulsan para lanzarte a una aventura de este tipo:

– Pasión por aprender: el hecho de poder saber más de la cultura de Thailandia, Camboia y Vietnam, de su historia, de sus tradiciones, sus paisajes, su cultura, su comida y sus gentes es suficiente motivación para lanzarte a ello.

– Pasión por la aventura: en un viaje de este tipo hay situaciones que no esperabas de ningún modo. Cada día sales de la casa de alguien, de un hostal o un albergue sabiendo qué es lo que llevas en tu mochila pero sin saber al final del día cuáles son las experiencias y vivencias que habrás metido en la misma.

– Pasión por sentir qué es lo que dejas: En estos viajes en medio del silencio y la soledad, notas todo aquello que has dejado en tu lugar, tu familia, tus amigos, tu gente todo aquello que tiene un valor incalculable. Y cuando vuelves sientes con una pasión increíble cada uno de esos reencuentros.

– Pasión por hacerte fuerte: Si algo te vas a encontrar con toda seguridad en el viaje es con momentos de dudas, de frustración, de soledad, de tristeza y sin duda cuando pasas ese tipo de momentos, sientes que ya nunca volverás a ser el mismo, que tu capacidad de superación ha aumentado.

– Pasión por la vida: Y es que viajar nos hace estar vivos… ¡Muy vivos!

¿Lo probamos?

RETO DE LA SEMANA:

El reto de esta semana va a ser muy, muy sencillo. Tan solo te pido que disfrutes de un vídeo que encontré hace tres años y que me impulsó a tomar estas decisiones. Simplemente disfruta del vídeo, siéntelo y conecta con todo lo que te queda por descubrir en este planeta Tierra:

¡Nos vemos la próxima semana!